En 923 palabras: Cómo entrenar el ojo para la fotografía
Estamos acostumbrados a ver todo tipo de estímulos visuales cada día. Desde que por la mañana nos levantamos y ponemos la televisión hasta que le echamos ese primer ojo al Facebook, Instagram, etc. Durante el día paseamos por nuestra ciudad para ir al trabajo y vemos imágenes en las vallas publicitarias, en algún autobús, en el libro que lee la persona que está sentada al lado nuestro en el metro. Las imágenes bombardean nuestra mente pero eso no quiere decir que realmente las veamos me atrevería a decir que la mitad de veces ni si quiera las vemos. Edgar Allan Poe decía ” lo importante es saber lo que debe ser observado” y de eso trata este artículo. De saber qué observar y cómo.
Cuando empezamos en fotografía tendemos a hacer una foto y la miramos y nos encanta. Nos parece hasta buena. Estamos aprendiendo es normal que cada pequeño logro sea para nosotros muy bueno. Y entonces llega un momento, que generalmente si estamos en grupos o tenemos buenos amigos alguien nos dice: -has probado a hacer esto diferente.
No la ves un poco desenfocada. Ese viñeteado es demasiado, ¿no crees? Te has pasado con el HDR, ¿no? Y aquí creo que todos podríamos aportar nuestra experiencia propia. Al principio esa crítica nos llega hasta el alma y duele porque es nuestra buena foto. Esa que hemos logrado.
Pero si las críticas son realmente constructivas y buenas debemos tenerlas en cuenta porque es lo que nos hará crecer. Y si te paras un momento coges tu foto y coges esa crítica y pruebas a hacer lo que te dicen. Quizás mejoras tu foto, quizás no… Siempre es bueno aprender de esos comentarios aunque sea a no querer hacer ese cambio que te recomiendan.
Pero una de las cosas que más te harán crecer como fotógrafo será observar. Entrenar tu ojo a ver, no a mirar y pasar por alto fotos en una revista o en una tienda, realmente observar cada detalle de una imagen. Hoy en día hay muchas formas de encontrar fotos del estilo que te gustan, del fotógrafo que te gusta. Elige una y auméntala para poder observarla bien. Y ¿qué debes mirar? Muy sencillo.
Fíjate primero en la foto en general, ¿de qué se trata? Retrato, paisaje, newborn…
Después mira cuando cierras los ojos y los abres a donde se te va la mirada en la foto. A una esquina, a los ojos, a la mano, al mar. Qué es lo que predomina en tu foto para que capte tu atención en tan sólo un segundo. Si lo que la capta era tu objetivo al tomar la foto, enhorabuena lo has logrado! Pero si no lo era, hay un problema porque la persona que mire tu foto centrara su mirada en el punto que tú mismo la has centrado.
Bien, una vez hemos llegado hasta aquí fíjate en la composición. Pensemos que es un retrato. En qué pose está la modelo, hacia donde mira, es un retrato de rostro sólo, cerrado o quizás abierto. Su pose denota relajación, o estrés. Si es un retrato se suele jugar mucho con los hombros, con la dirección de la barbilla y la mirada.
Avancemos un poco más, ¿qué colores o tonalidades predominan en la foto? ¿Fríos o cálidos? Según las tonalidades podemos expresar una sensación más de ternura con tonos cálidos o bien todo lo contrario con tonos más fríos. Todo depende de nuestro objetivo en la foto.
Pero no acaba aquí nuestro entrenamiento. Es también interesante cuando aprendemos ver desde donde nos viene la luz. El fotógrafo ha hecho un contraluz, ha usado luz cenital, flash, la luz de un atardecer que nos viene de lado en una foto… dónde está nuestro punto de luz. Esto es relevante porque a veces queremos conseguir hacer nuestra propia versión de una foto con ese tipo de luz que nos gusta para aprender y no logramos conseguirla.
Y por otro lado es importante porque muchos de vosotros acabareis haciendo algún montaje algún día y si la luz de todas las partes que coloquemos en ese montaje no viene desde el mismo punto se verá que es un montaje. Pensemos que hacemos la foto de una chica que está levitando y le viene el punto de luz de la derecha. Y claro está, pensamos que quedaría muy chulo que estuviera levitando en un campo en pleno atardecer.
Y montamos las dos capas, chica y campo, y algo no queda bien. Al principio pasa como con la fotografía no estamos acostumbrados a verlo hay que entrenar un pelín más el ojo. Si el atardecer viene de detrás de la chica ahí tiene el foco de luz el campo y nosotros encima de esa capa le ponemos la chica con el foco de luz a la derecha. Entonces, ¿qué hay dos soles que nos iluminan? Es un error muy común no te agobies.
Todo es cuestión de tiempo y observar bien nuestras fotos y la de aquellos fotógrafos que admiramos.
Y finalmente, en el caso de que el fotógrafo no sea purista observa que edición ha hecho en la foto. ¿Qué partes ha podido retocar? ¿Ojos? ¿Piel? Ha hecho degradados, viñeteados, etc.
Y una vez al mirar una foto pienses en todos estos detalles mira muchas fotos, muchas, muchas y cuando creas que has mirado muchas mira más y aun descubrirás muchas más cosas por observar.
Y llegará un momento que la mente te hace una especie de “click” y lo haces de forma automática y es ahí cuando lo introduces en tus propias fotografías.
Y tú, ¿qué tal llevas los entrenamientos?