Las cinco cámaras más versátiles para fotografía de paisaje
Para conseguir una buena fotografía de paisaje necesitamos un buen encuadre y una luz inmejorable. Todo cambia entonces. Y para captarla usaremos siempre una cámara que cumpla con nuestras necesidades. Todas sirven (si las sabes aprovechar), pero vamos a hablar de las cinco cámaras para fotografía de paisaje con las que más he disfrutado.
Reconozco que soy un fotógrafo extraño para los tiempos que corren. No me gusta planificar las fotografías con diversas aplicaciones, sino que prefiero encontrarme con el momento. Salir un día con la cámara al hombro y ver una luz y un paisaje que me lleve a disparar. Por esta forma de actuar puede que muchos días no consiga nada, pero el resto es un puro placer por lograrlo. Es otra manera de trabajar.
En estas salidas fotográficas, en las que solo está planificada la ruta, siempre llevo una encima. Y después de tantos años, tengo muy claro las cámaras que llevaría siempre conmigo. Los motivos son varios, empezando por su calidad y terminando por su tamaño. Así que, sin más dilación, vamos a ver la lista.
Sony A7 III, la cámara más completa
Es la cámara que tengo desde hace cinco años. Venía de Canon y me cautivó su sistema de enfoque y lo ligera que en comparación con mis réflex. Y aunque en un principio trabajé con los objetivos Canon, termine utilizando los originales de Sony, mucho más ligeros.
Esta cámara, y sus descendientes, es perfecta para el paisaje por más motivos de los que he señalado. Siempre he despotricado de las pantallas articuladas, pero cuando colocas la cámara en el trípode, en un punto de vista bajo, poder subirla para ver perfectamente el encuadre es una bendición.
El rango dinámico, la limpieza de imagen con ISOS altos y la calidad de los archivos RAW permiten un revelado perfecto. El color, por supuesto, depende del programa que usemos. Además, los 24 MP que tiene su sensor de formato completo son perfectos para grandes ampliaciones en papel. Si la juntamos con un buen objetivo, es un modelo imbatible que aguanta mil batallas, sea cual sea el tiempo.
Panasonic Lumix S1R, una reina de la resolución
Panasonic tiene algunos de los mejores modelos del mercado. Sobre todo es una marca muy apreciada en el mundo audiovisual. Pero sus cámaras puramente fotográficas son una joya desconocida para muchos. Este modelo, en concreto, con un sensor de 47,3 MP es perfecto para la fotografía de paisaje.
Es verdad que no destaca por su rapidez de enfoque, pero no hay prisas en esta especialidad. Y en combinación con los objetivos con montura L, tenemos entre las manos un equipo que saca hasta las últimas briznas de hierba. Es más pesada que el modelo de Sony, pero garantizo que aguanta sin problemas una de las mayores nevadas de la historia en la Comunidad de Madrid.
Hasselblad 907X 50C, la cámara perfecta para fotografía de paisaje
Es una cámara y un respaldo de formato medio que no renuncia a la herencia de la marca sueca. El respaldo, compatible con muchos modelos de la marca, tiene un sensor de 50 MP con unas medidas de 43.8 x 32.9 mm. Y en fotografía de paisaje es una garantía de calidad, siempre y cuando el fotógrafo esté a la altura. Uno de los motivos por el que recomiendo esta cámara es porque sus archivos RAW tienen 16 bits reales de profundidad. Y esto significa más información para trabajar en la postproducción.
De hecho, es la vuelta a los orígenes de la fotografía, pues es una cámara de respeto, y además de verdad, no como la simulación que hacemos con las demás. Carece de visor y todo se hace con la pantalla. Creo que es la cámara más fácil de usar de todas las que estamos viendo. La única pega que tiene es el precio, pero no vivimos en un mundo perfecto.
OM System OM-1, la ligera más profesional
Es la prueba de que muchas veces un sensor más grande no es necesariamente mejor. Esta cámara es la heredera de toda la sabiduría de Olympus. Y mantiene el mismo espíritu. Es perfecta, pero nos encontramos ante un ordenador en toda regla muy complicado de optimizar. El sensor Micro Cuatro Tercios es perfecto para la fotografía de paisaje.
La cámara es mucho más manejable y ligera y podemos llevarla sin problemas hasta las cumbres más altas sin destrozarnos la espalda. Eso sí, siempre recomiendo utilizarla con trípode para evitar tener que subir el ISO y trabajar siempre con el nominal, para lograr una limpieza de imagen a la altura de modelos con sensores más grandes.
FujiFilm X100, el modelo más ligero para llevar en la mochila
Par finalizar puede que sorprenda a más de uno esta cámara para fotografía de paisaje. Si quieres viajar ligero por la montaña, cualquier versión de la FujiFilm X100 es un acierto seguro. Durante todo el tiempo que trabajé con ella nunca eché de menos modelos más grandes. Y aunque parezca absurdo, siempre llevaba el trípode para lograr el mejor resultado.
Su sensor de formato APS-C es perfecto para esta especialidad. Y el objetivo equivalente a 35 mm ofrece un punto de vista natural para todo tipo de escenas. Tampoco destaca por su rapidez de enfoque, pero su sencillez a la hora de trabajar permite centrarse en el resultado. Y llevarla en la mochila sin quitar espacio a la comida que podamos llevar.
Con el tiempo he aprendido a olvidarme de las modas y buscar un estilo personal para la fotografía de paisaje. Tienes que hacer una buena fotografía con lo que tienes, y si lo consigues, serás más creativo. Como veis, hemos recomendado cámaras muy poco parecidas entre sí.
Cada uno tiene que encontrar la suya en función de su forma de mirar. De nada te sirve el mejor modelo del mundo si te acuerdas de su peso en cada segundo.