Composición fotográfica. Mejora tus fotos con unas sencillas reglas.
Como ya sabéis, hemos lanzado el Primer Concurso de Fotografía entre los usuarios de nuestros canales de Telegram, donde podéis uniros con gente de vuestra provincia para hacer quedadas fotográficas, compartir vuestros trabajos y charlar de lo que queráis. La temática de las fotografías es libre, pero sí os pedimos que guardéis al menos una de las múltiples reglas de composición fotográfica.
En esta entrada del blog vamos a repasar varias de estas reglas de composición, desde la famosa Regla de los Tercios o la Ley del Horizonte, entre otras.
¿Que es la composición en la fotografía?
La composición en fotografía no es más ni menos que la manera de ordenar los objetos y elementos en nuestra foto para que se adapten de la mejor forma posible al mensaje que queremos transmitir.
Es una manera de guiar los ojos del espectador hacia los puntos de nuestra fotografía que queremos destacar. Con una buena composición podemos lograr que nuestra fotografía sea estupenda, a pesar de que algunos elementos en ella (fondo, objetos, etc.) sean anodinos; o viceversa, con una mala composición podemos arruinar nuestra foto aunque nuestro motivo principal sea de lo más interesante.
Defectos técnicos, como una mala exposición, pueden ser “corregidos” a la hora de postprocesar la imagen. Pero a la hora de componer nuestra fotografía debemos pensar detenidamente lo que queremos encuadrar y nuestra idea a transmitir, porque después no hay marcha atrás (exceptuando algún re-encuadre “salvador”, que no siempre podemos hacer).
Dentro de la composición fotográfica hay multitud de reglas, hagamos un repaso de algunas de ellas:
Regla de los tercios
Dividamos nuestra imagen en 9 partes iguales, con dos líneas horizontales y dos líneas verticales. ¿Ya? La Regla de los Tercios dice que debemos colocar los elementos mas importantes en los puntos donde las líneas se cruzan o puntos dulces. Así de fácil.
De esta manera conseguiremos equilibrio y añadiremos interés a nuestra fotografía. Algunas cámaras del mercado también nos dan la posibilidad de añadir una “plantilla” a la pantalla LCD para que nos seas más sencillo trabajar con esta regla.
Equilibrio
Sobre todo cuando usamos la Regla de los Tercios, puede ocurrir que coloquemos un objeto más grande en primer plano en uno de los puntos dulces, afectando al equilibrio de la imagen y dando la sensación de mayor peso en ese lado. Lo podemos solucionar fácilmente incluyendo un elemento en el lado contrario sin importar que sea de menor peso, aparezca desenfocado en el fondo, etc.
Sin embargo, el desequilibrio también puede favorecernos, si lo que queremos es transmitir una sensación de intranquilidad o caos, y desconcertar al espectador.
Ley del horizonte
Nos gustan las líneas rectas y el orden en general (si me leyera mi mujer…) Buscamos el equilibrio visual en todo lo que hacemos, por lo que si vemos una fotografía de un horizonte torcido no nos parece natural.
Pero eso mismo nos puede pasar con una línea horizontal de un techo, por ejemplo, al tomar una imagen en un interior. Debemos prestar atención a las líneas y al horizonte en nuestro encuadre, y si es posible buscar que dichas líneas salgan lo más rectas posibles.
También hay que aclarar que a lo mejor nuestra idea es que esas líneas aparezcan torcidas intencionadamente para crear una composición más interesante, en cuyo caso esta ley no tendría valor.
Rellenar el encuadre
Nuestra fotografía siempre tiene uno o varios elementos principales, que constituye el centro de interés. Por lo tanto, debemos darle protagonismo. Llena tu encuadre con el motivo principal, para llamar la atención del espectador hacia él.
Pero, ¿que pasa con todo ese maravilloso fondo desenfocado de nuestra foto? ¿o ese mar azul tan bonito que rodea al barco que he fotografiado?. Todo eso constituye el espacio negativo, que es el área que rodea el tema principal de la foto (el tema principal es conocido como el “espacio positivo”). Utilizado correctamente, otorga presencia, cuerpo y equilibrio a nuestra fotografía, aunque lo principal es que pase desapercibido, para no restar importancia a nuestro motivo principal.
Lineas principales
Las lineas son uno de los elementos fundamentales de una fotografía. Pueden adoptar múltiples formas y direcciones, pero todas obligan a nuestra mirada a seguir su trazado. Las lineas horizontales transmiten solidez y equilibrio, las verticales confieren dinamismo, haciendo que subamos y bajemos la mirada, y las diagonales aportan energía a nuestra imagen.
Las imágenes las leemos de izquierda a derecha, por lo que llamamos línea diagonal primaria o principal a la que cruza nuestro encuadre desde el extremo superior izquierdo al extremo inferior derecho. Otorga al encuadre una sensación de gravedad muy acusada y obliga al espectador a leer la imagen de arriba hacia abajo e interiorizar en ella.
Por ultimo tenemos las líneas curvas, que al contrario que las líneas rectas, nos van transportando a través de nuestro encuadre de una manera más lenta, invitándonos a explorar la fotografía detenidamente.
Simetría
La simetría esta presente en nuestro mundo de muchas maneras, y añadiéndola en nuestro encuadre podemos conseguir resultados muy atractivos. Pero también podemos romper la simetría de un patrón definido consiguiendo una imagen que nos sorprenda y atraiga nuestra atención a ese elemento “diferente”.
Los impares
El ojo tiende a estar más cómodo con imágenes que contienen un número impar de elementos en lugar de un número par. Una fotografía de tres pájaros en un alambre, por ejemplo, probablemente va a ser más atractiva que una imagen tomada después de que el tercer pájaro se va volando. La razón de esto es que el ojo humano, naturalmente, se dirige hacia el centro de un grupo. Si hay un espacio vacío, entonces ahí es donde va a mirar el ojo. Como fotógrafos, no queremos que nuestros espectadores admiren espacios vacíos.
Conclusión
La composición fotográfica es como un lenguaje. Se puede utilizar para que nuestras imágenes transmitan un mensaje específico, sin embargo, al igual que a veces usamos la palabra escrita para comunicarnos de forma diferente deliberadamente, podemos hacer lo mismo con las fotos mediante la ruptura de estas normas de composición.
Eso sí, para romper estas reglas, es necesario conocerlas primero. Y es entonces cuando nuestras fotografías se harán mucho más interesantes!