La importancia de tener material fotográfico de calidad
Hola amigos, que tal estais?, tenéis material fotográfico de calidad?
Con esta publicación queremos empezar una serie de artículos dedicados a explicarte algunos casos prácticos a partir de mi experiencia y destinados a aconsejarte, o por lo menos abrir un debate, que pueda ser de utilidad para los que se hayan encontrado alguna vez en una de estas situaciones, que mucho me temo que habremos sido casi todos.
Seguro que alguna vez habréis escuchado “la cámara no hace al fotógrafo”, es una afirmación muy válida… hasta cierto punto.
Proceso de iniciación
El material fotográfico no es barato precisamente por lo que es importante tener en cuenta el proceso de asimilación de los precios. Cuando empezamos solemos pensar “¿Para que voy a gastarme yo 1000€ en un objetivo si el que me viene de serie me va genial?” (tranquilo, ésto sólo ha hecho que empezar) A medida que vas asimilando conceptos y evolucionando en la técnica, vas notando que quizás el material que tienes, el que viene de serie en el kit de la flamante cámara, no es tan bueno como pensabas y se te queda pequeño, te hace falta algo más.
Proceso de comparación
Como ves que te hace falta un punto más de calidad, buscas nuevos horizontes y empiezas a comparar el material de los grandes fotógrafos del panorama actual en tu red social favorita con el tuyo, evidentemente inalcanzable, al realizar esta operación acabas de entrar en un camino sin retorno, no hay marcha atrás, acabarás sucumbiendo a las mieles de los nuevos productos y de la inevitable atracción del cacharreo electrónico conocido como “todo lo que baje de 500€ no es para tí” y aquí empiezas a elaborar hipótesis y proyectos de ahorro y gestión de ingresos que te llevarán a la adquisición de alguno de estos juguetitos que, cada vez más, te irán cautivando con sus melodiosos cantos de sirena.
Por suerte, ahí está tu pareja que, fuera de ese mundanal mundo, tan ruidoso y atrayente, te trae de vuelta a la realidad con una cariñosa colleja y te invita a gestionar un plan de ahorro e inversión que consiste en dejar de cenar tu comida favorita los próximos 15 meses y vender tu material actual para poder amortizar la cantidad que invertirás en tu nueva adquisición.
Este proceso de comparación te ha servido para determinar que nunca tendrás esa cámara fotográfica de ese fotógrafo del cual eres fan y que nunca llegarás a realizar esas fotos que te enseña cada día en instagram, pero vas a tener un equipo avanzado del que vas a disfrutar a cambio de 15 meses cenando verdura y una “cariñosa colleja” de tu pareja (pareado incluído).
Proceso de asimilación
Después de las primeras pruebas y, con nuestro ojo cada vez más acostumbrado a una calidad de imagen superior en las redes sociales por las que nos movemos, vamos asimilando que las herramientas que tenemos podrían ser mejores, pero quizás seamos nosotros que no sabemos sacarle el máximo rendimiento, o una combinación de ambos aspectos.
Proceso de confirmación
La calidad de nuestras fotos no depende de nuestro material si no de nuestro nivel de exigencia, cada vez nos volvemos más exigentes con nuestro trabajo e inevitablemente buscamos más calidad y el material que tenemos se nos vuelve a quedar corto, eso sí, más delgados por llevar un buen tiempo cenando verduritas, eso que nos llevamos. Ha llegado el momento de ampliar la hipoteca e ir preparando los papeles del divorcio, vamos a por uno de esos “pata negra”.
Proceso de OOoohhh Yeaahh!!
Después de un tiempo divagando entre los senderos oscuros de la voluntad, ya tenemos el tan deseado producto estrella. Y la confirmación del tan codiciado nivel de calidad esperado llega con el primer disparo. La nitidez, la precisión en el enfoque, la robustez, la consistencia, la eficiencia del estabilizador…
Después de las decepciones creadas por nuestro nivel de exigencia hemos llegado a alcanzar ese nivel de calidad que, nuestra carrera fotográfica ha ido demandando conforme transcurría nuestra asimilación de conceptos y enseñanza fotográfica.
Moraleja
Toda esta historia que os cuento no es un alegato para que empecéis comprando material de calidad a la primera, es simplemente la constatación de que , como todo en la vida, la calidad se paga y que tenemos que se conscientes de ello. A veces es mejor ser pacientes y gastarse el dinero una sola vez bien que muchas mal.
Al final acabas invirtiendo el doble en lugar de ir directamente sobre seguro, no sólo se ahorra dinero, también lo harás en tiempo.
Es cierto que este proceso de crecimiento que os he explicado suele ser el natural ya que el material fotográfico de alta calidad es carísimo y que hay mucha gente que empieza como un hobby y logicamente no es factible empezar con un material de primera calidad nada más empezar. Yo centraría la idea de adquirir este tipo de material cuando tenemos claro cual será nuestro objetivo en esto de la fotografía.
En nuestro curso de compras online de material fotográfico os mostramos infinidad de consejos para que encontréis el mejor material al mejor precio, si queréis descubrir como hacerlo suscribios a nuestros cursos teneis un montón de opciones donde escoger.
También hay que tener en cuenta qué es lo que fotografiamos para saber que material nos compramos, pero ésto lo veremos otro día (artículo “la importancia de saber que comprar dependiendo de nuestro tipo de fotografía)