5 claves de la luz en la fotografía de interiores
Seguramente en alguna ocasión habrás hecho fotos en el interior de una casa o de una empresa, ya sea para ti o para un encargo. No me refiero a retrato en interiores sino a fotografías donde exclusivamente se muestra el interior de una vivienda, una tienda, un hotel o cualquier empresa. Con el auge de las plataformas de alquiler de pisos vacacionales cada vez son más habituales este tipo de reportajes. ¿Te ha pasado que cuando has visto en el ordenador las fotografías el resultado no era el esperado? Sin duda es necesario conocer y controlar la luz en la fotografía de interiores.
Sin duda más importante que “tener” es mostrarlo. Y mostrarlo dando sensación de luz, amplitud y orden. Por eso estas fotografías requieren mucha atención y cuidado tanto en la toma como en el procesado. En este campo de la fotografía hay que tener en cuenta varios factores y seguramente el más importante sea la luz. Por eso en esta entrada te voy a dar 5 claves para que le saques el máximo partido a la luz en tus fotografías de interiores.
Vamos a ello:
- Olvídate del flash. En este campo de la fotografía no se usa flash. (Sólo en muy pocas ocasiones podrías necesitarlo). Las fotografías deben quedar lo más naturales que sea posible en cuanto a luz. Vamos a usar luz ambiente, que es la luz que está disponible de manera natural en el interior que vamos a fotografiar. Esta luz puede proceder de diferentes fuentes, como por ejemplo una ventana, una lámpara o luz reflejada en alguna superficie. Si empleas el flash te quedarán unos primeros planos con más luz que los planos posteriores. De modo que será muy difícil equilibrar la intensidad de luz en toda la estancia. Prescindiendo del flash en este campo de la fotografía notarás los cambios.
- Cuida la temperatura de color. Como ya sabes, no es el mismo tono el de luz que entra por una ventana que el de la luz de una fuente artificial (aquí hay excepciones, pues hay lámparas que están calibradas a 5.500 k, si bien no es lo habitual encontrárselas). Por tanto, pueden ser más frías o más calidas dependiendo del origen. Y cuando se mezclan, a veces el resultado puede ser impredecible si no se combinan bien o si no se trabajan bien durante el procesado posterior.
- Observa que todas las bombillas de las lámparas funcionan correctamente y que tienen las mismas características. Parece obvio, pero por mi experiencia sé que pasa. Llegas a un inmueble y tienes que ir moviendo las bombillas de una habitación a otra porque faltan o es diferente su intensidad y/o tono. Realmente el problema no está en mover la bombilla, sino en que no te des cuenta mientras trabajas y ya en el ordenador te des cuenta de que a una lámpara le faltan bombillas o que son diferentes los tonos y la intensidad.
- Aunque tengamos suficiente luz natural, te recomiendo que enciendas puntos de luz como las lámparas de las mesillas, tiras de led decorativas, la luz del extractor de la cocina, etc. Si bien no van a tener la suficiente intensidad para competir con la luz natural que entra por las ventanas, va a dar un aspecto más acogedor y un toque de vida.
- Otra cosa que si bien parece obvia pero que hay que tener en cuenta es la de no situarnos delante de la fuente de luz. Es decir, si nos colocamos con la cámara delante de una ventana, vamos a impedir que pase toda la luz. Si la luz que entra es difusa, bien porque esté nublado, bien porque la fachada esté en sombra, el problema será menor, pero se pueden notar claroscuros en la escena. Si el sol entra directamente por la ventana y nosotros proyectamos una sombra, será más evidente que tenemos que colocarnos con la cámara y el trípode en un sitio diferente. Si la cámara y el trípode no presentan problemas de sombras proyectadas pero con nosotros sí son evidentes, podremos evitarlo usando el temporizador de la cámara o un mando que nos permita separarnos de la ventana.
Ahora ya sólo queda poner en práctica lo aprendido. ¡Verás cómo mejoran los resultados!