¿Qué filtros necesito para empezar?
Los alumnos de mis cursos de fotografía siempre me preguntan por los filtros para sus objetivos. En concreto por los UV (ultravioleta) y los polarizadores. Casi todos acaban comprando el UV y algunos compran también el filtro polarizador, sobre todo los aficionados a la fotografía de paisaje.
Existe una creencia generalizada de que el filtro UV es imprescindible y que no debe faltar en nuestro equipo, y que siempre debería estar puesto en nuestro objetivo. En mis cursos se genera cierto debate cuando le digo a mis alumnos que no es tan imprescindible el UV como ellos creen. Vienen influenciados por lo que han leído en ciertas páginas que a su vez han recogido una larga tradición de que en el mismo momento de comprar el objetivo tenemos que comprar el UV, y que desde ese momento viajará de manera inseparable junto a él.
Lo primero que les digo es que no es así, (en este momento comienza el debate ) y que lo quiten sobre todo en ciertas situaciones nocturnas si quieren evitar reflejos extraños.
¿Por qué se han usado estos filtros de manera abusiva durante años?
Si bien su función es la de absorber la radiación ultravioleta sobre el sensor o la película y evitar así tonos azulados (algo menos probable con las cámaras actuales), el fotógrafo lo ha empleado sobre todo para proteger de golpes accidentales el objetivo. Las objetivos actuales tienen un grado de dureza sensiblemente superior al de esos filtros, sobre todo la lente de la cara externa. Además, la baja calidad de muchos de estos filtros resta nitidez a la fotografía. (Sí, un filtro de 10 € resta calidad a nuestro nuevo y precioso objetivo).
Por tanto, si queremos llevar un filtro que no quite calidad, tendremos que gastar mucho más, yo aconsejo como mínimo 70 €). Lamentablemente cuando empezamos, nuestro presupuesto sólo da para comprar el objetivo y no da para un filtro de calidad, por lo que al final nos saldrá más caro porque gastaremos dos veces, para comprar primero el malo y después para comprar el bueno).
En resumen, si tu especialidad es, sobre todo, la fotografía de paisaje, no debería de faltar un filtro de estas características en tu mochila, pues quedarán tus cielos más limpios, pero invierte el suficiente dinero como para que sea para toda la vida. (Una buena compra sale más barata). Y, si sólo quieres tenerlo para “proteger tu objetivo”, ahórrate ese dinero.
Un filtro que no debería faltar en nuestra mochila es el polarizador:
Se trata de un filtro de color gris neutro que absorbe la luz polarizada. Es un filtro que gira sobre su montura. Según lo movemos, podemos ver su efecto, siendo más notable cuando su plano de polarización forma un ángulo recto con el de la vibración de la luz polarizada. Por su color gris neutro, reduce varios puntos de exposición, como lo haría uno de densidad neutra.
En fotografía de paisaje no debe faltar el filtro polarizador, eso sí, de calidad. Siempre me preguntan : ¿Cuánto debo gastarme para tener un filtro de calidad? Yo te recomendaría que por lo menos inviertas 100 € si quieres que este accesorio no reste calidad a tu lente.
En las fotos de la charca observa cómo el polarizador satura los colores del amanecer a la vez que oscurece el agua creando un efecto más natural. También ha oscurecido ligeramente el cielo. La cámara estaba situada a unos 90º del sol.
Resumen del filtro polarizador:
- Elimina reflejos (en fotografía de interiores es muy útil, sobre todo cuando tenemos reflejos de vitrinas, ventanas o mesas de cristal). Reduce o elimina los brillos del agua, superficies metálicas, hojas húmedas, cristales, etc.
- Mejora los cielos, saturándolos y dando volumen a las nubes. Por tanto, en fotografía de paisaje no debería faltar.
- El efecto no se produce de forma regular en toda la escena. Es un aspecto que hay que tomar en cuenta cuando usemos estos filtros, ya que el color azul del cielo en la misma escena puede quedar con un efecto degradado, de más oscuro a más claro y resultará extraño. Se hace más visible con un gran angular, como el 18mm f2 Fujinon que utilicé para las pruebas.
- Intensifica los colores (en el ejemplo, la hierba reproduce mejor el tono real ligeramente anaranjado que había al amanecer).
- Limpia los horizontes (mira en la segunda foto cómo la neblina ha disminuido).
- El efecto es más visible cuando nos situamos entre 90º y 180º del sol.
¿Qué filtros necesito para empezar?
Los alumnos de mis cursos de fotografía siempre me preguntan por los filtros para sus objetivos. En concreto por los UV (ultravioleta) y los polarizadores. Casi todos acaban comprando el UV y algunos compran también el filtro polarizador, sobre todo los aficionados a la fotografía de paisaje.
Existe una creencia generalizada de que el filtro UV es imprescindible y que no debe faltar en nuestro equipo, y que siempre debería estar puesto en nuestro objetivo. En mis cursos se genera cierto debate cuando le digo a mis alumnos que no es tan imprescindible el UV como ellos creen. Vienen influenciados por lo que han leído en ciertas páginas que a su vez han recogido una larga tradición de que en el mismo momento de comprar el objetivo tenemos que comprar el UV, y que desde ese momento viajará de manera inseparable junto a él.
Lo primero que les digo es que no es así, (en este momento comienza el debate ) y que lo quiten sobre todo en ciertas situaciones nocturnas si quieren evitar reflejos extraños.
¿Por qué se han usado estos filtros de manera abusiva durante años?
Si bien su función es la de absorber la radiación ultravioleta sobre el sensor o la película y evitar así tonos azulados (algo menos probable con las cámaras actuales), el fotógrafo lo ha empleado sobre todo para proteger de golpes accidentales el objetivo. Las objetivos actuales tienen un grado de dureza sensiblemente superior al de esos filtros, sobre todo la lente de la cara externa. Además, la baja calidad de muchos de estos filtros resta nitidez a la fotografía. (Sí, un filtro de 10 € resta calidad a nuestro nuevo y precioso objetivo).
Por tanto, si queremos llevar un filtro que no quite calidad, tendremos que gastar mucho más, yo aconsejo como mínimo 70 €). Lamentablemente cuando empezamos, nuestro presupuesto sólo da para comprar el objetivo y no da para un filtro de calidad, por lo que al final nos saldrá más caro porque gastaremos dos veces, para comprar primero el malo y después para comprar el bueno).
En resumen, si tu especialidad es, sobre todo, la fotografía de paisaje, no debería de faltar un filtro de estas características en tu mochila, pues quedarán tus cielos más limpios, pero invierte el suficiente dinero como para que sea para toda la vida. (Una buena compra sale más barata). Y, si sólo quieres tenerlo para “proteger tu objetivo”, ahórrate ese dinero.
Un filtro que no debería faltar en nuestra mochila es el polarizador:
Se trata de un filtro de color gris neutro que absorbe la luz polarizada. Es un filtro que gira sobre su montura. Según lo movemos, podemos ver su efecto, siendo más notable cuando su plano de polarización forma un ángulo recto con el de la vibración de la luz polarizada. Por su color gris neutro, reduce varios puntos de exposición, como lo haría uno de densidad neutra.
En fotografía de paisaje no debe faltar el filtro polarizador, eso sí, de calidad. Siempre me preguntan : ¿Cuánto debo gastarme para tener un filtro de calidad? Yo te recomendaría que por lo menos inviertas 100 € si quieres que este accesorio no reste calidad a tu lente.
En las fotos de la charca observa cómo el polarizador satura los colores del amanecer a la vez que oscurece el agua creando un efecto más natural. También ha oscurecido ligeramente el cielo. La cámara estaba situada a unos 90º del sol.
Resumen del filtro polarizador:
- Elimina reflejos (en fotografía de interiores es muy útil, sobre todo cuando tenemos reflejos de vitrinas, ventanas o mesas de cristal). Reduce o elimina los brillos del agua, superficies metálicas, hojas húmedas, cristales, etc.
- Mejora los cielos, saturándolos y dando volumen a las nubes. Por tanto, en fotografía de paisaje no debería faltar.
- El efecto no se produce de forma regular en toda la escena. Es un aspecto que hay que tomar en cuenta cuando usemos estos filtros, ya que el color azul del cielo en la misma escena puede quedar con un efecto degradado, de más oscuro a más claro y resultará extraño. Se hace más visible con un gran angular, como el 18mm f2 Fujinon que utilicé para las pruebas.
- Intensifica los colores (en el ejemplo, la hierba reproduce mejor el tono real ligeramente anaranjado que había al amanecer).
- Limpia los horizontes (mira en la segunda foto cómo la neblina ha disminuido).
- El efecto es más visible cuando nos situamos entre 90º y 180º del sol.