Mi nombre es Cristina Abilleira y desde joven me ha fascinado la fotografía. Después de licenciarme en Publicidad y Relaciones Públicas fui consciente que el “protocolo” no era para mí, que soy más bien una “cabra loca” y esas tiran al monte. Así que supongo que acabar como fotógrafa de naturaleza fue algo que surgió sin más, algo que se veía venir ya que adoro los animales. Así que mi cámara se dejó guiar por mi corazón y en cuanto comencé a hacerles fotos supe que ellos eran mi objetivo. Ahora todo fluye de una forma tan armoniosa que a veces me asusta.
Mi nombre es Àngels Ortega. La fotografía entró en mi vida como un huracán y la cambió completamente, transformó mi mirada, la manera de vivir y de sentir hasta ese momento.
Cuando descubrí que la fotografía y la naturaleza podían ir de la mano, puro equilibrio y fusión entre ambas, quedé atrapada.
La fotografía, entre otras muchas cosas, me permite poder plasmar la belleza de un paisaje y de un sentimiento a través de la mirada, de lo que veo en ese momento, así como representar las sensaciones y emociones ante tan hermoso espectáculo: estar en medio de la Naturaleza.